Creación de la identidad para un pequeño hotel rural situado en el corazón del monte de La Esperanza; debía transmitir pasión por la naturaleza y ser capaz de asumir la belleza del entorno y comunicarla.
Generamos dos lenguajes en un mismo universo: una marca cargada de amabilidad, equilibrio y amor por la naturaleza, complementada con un sistema de ilustraciones cálidas y divertidas que conectan con la parte más humana del público. Rompiendo con los códigos habituales de la hostelería rural, creando un sistema de ilustraciones y texturas que se adaptan a cualquier pieza o soporte.